Tauro


La captura del toro de Poseidón

Este mito es el correspondiente a Tauro de los trabajos de Hércules.
Hércules debe someter a un toro salvaje y llevarlo a través del mar para los cíclopes: Brontes (el trueno), Steropes (el relámpago) y Arges (la actividad).
En la leyenda del Minotauro, el toro llega por el mar y en este trabajo Hércules debe llevarlo por el mar a los personajes que tienen un solo ojo, los cíclopes, de quienes surge realmente la fuerza (sus nombres son un claro indicativo) y otra vez Poseidón, el dios de las aguas que es el generador de los deseos es el dueño del toro como en el caso de Minos.
Tauro debe pues sacar su fuerza, su deseo, de las grandes aguas del inconciente para acceder a la visión real de las cosas, la visón única (la de los cíclopes) para llegar a la comprensión.

La fuerza del deseo surge en Tauro como algo esencial y para satisfacerlo uno utiliza cualquier cosa, el niño utiliza el llanto y el adulto, como Minos, es capaz de utilizar a los propios dioses. (En el mito del Minotauro,  mito principal de Tauro).
Poseidón, el dios del mar, es el origen de esta pasión.  Este dios es tan benéfico como colérico, así como el gran mar de nuestras emociones que tan pronto pueden sanarnos como destruirnos.
Cuantas veces en Tauro uno se encuentra que lo mismo que le atrapa puede ayudarle también a salir del embrollo!
Solo es necesaria la aparición del afecto, la parte femenina representada por Ariadna, la que le lleva a poder realizar la proeza, aunque vemos que no es a lo que el héroe le da mayor importancia.


Aquí se trata de lo primario, de lo instintivo presente en todo ser humano, de la bestia que cada uno tendrá que ir domesticando y refinando para llegar al AMOR con mayúsculas, que surge del desapego del deseo.


No hay comentarios: