La captura de los bueyes de Gerión
El trabajo de Hércules referente al
signo de Piscis es el de la orden que se le da al héroe de capturar la manada
de bueyes rojos que Gerión se había apropiado.
Gerión es un monstruo de tres cabezas,
tres cuerpos y seis manos, que retiene la manada con la ayuda de un pastor y un
perro de dos cabezas.
Hércules medita durante siete días en
Helios, el sol y éste le da un cáliz de oro que le permite cruzar los mares y
llegar a la región de Eritia donde estaba la manada.
Hércules mata al perro y ante las
súplicas del pastor le perdona la vida.
Después se enfrenta con el terrible
monstruo en una feroz lucha y finalmente le atraviesa los tres cuerpos con una
flecha.
Hércules condujo luego la manada, a
través de los Alpes e Italia y tuvo que separar las columnas que representan
Ceuta y Gibraltar para llevar a los bueyes a la Ciudad Santa, ofreciendo el
cáliz de oro a Atenea.
En este trabajo Hércules representa el
salvador de la parte humana poseída por el monstruo de la razón.
La manada roja es símbolo del deseo que
Hércules debe rescatar y el pastor de la mente distorsionada que el héroe debe
equilibrar con el trabajo emocional.
Es arduo el trabajo de Hércules, así
como el del ser humano consciente del peligro de una vida desconectada del
sentir y para ello necesita meditar en el sol, conocer su individualidad. Esta meditación le da el cáliz, la luz con la
que puede afrontar la tarea.
A Hércules se le da
una orden y no en vano Piscis es el signo de la obediencia, de la obligación
ineludible a la trascendencia.
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